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El vino tinto es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, ya que esta posee gran variedad en sabor, aroma y color que hacen de su cata todo un espectáculo para nuestros sentidos. Es por ello que como bebida alcohólica es capaz de atenuar los estándares de calidad y lucir como una de las bebidas más elegantes y adecuadas para cualquier ocasión especial.
Sin embargo, la calidad del vino tinto siempre se verá afectada por las medidas estrictas de su proceso de elaboración, pues se debe destacar que deberá cumplir con una serie de pasos y técnicas que harán que se tenga como resultado un vino ejemplar, en otras palabras, la variedad de matices que se producen a partir de este tipo de vino estará relacionada directamente con el tipo de suelo, clima, uvas, e incluso lo referente al proceso de elaboración y envejecimiento.
Es por ello que en el siguiente post te expondremos todo lo relacionado con el vino tinto, desde su proceso de elaboración y características finales. De esta forma podrás ver como esta importante bebida es más que un vino común y cómo puedes aprovechar sus ventajas en tu vida social y personal.
Proceso de elaboración del Vino tinto
En primer lugar, se realizará el proceso de vendimia, el cual consiste en recolectar los racimos de uva que están en el punto perfecto de maduración, a través de técnicas manuales o mecánicas. Posterior a ello, se deberá realizar el proceso de despalillado que se refiere al desmembramiento de la raspadura del racimo de uva, por consiguiente, se estruja para sacar todo el jugo o mosto de la uva tinta.
Después durante la fermentación alcohólica la cual se genera a partir de la combinación del azúcar con la levadura, se desarrolla al mismo tiempo el proceso del macerado entre el mosto y los hollejos de la uva, donde su importancia radica que este proceso definirá la cantidad de taninos y por ende se determinará el nivel de astringencia del vino tinto. Se debe destacar que todo este proceso se lleva a cabo a una temperatura controlada entre los 25 y 30º C y tiene una duración aproximada de entre 5 y 15 días.
Posterior a ello, se lleva a cabo la separación del mosto de yema y el mosto de prensa, quedando este último como materia prima principal, ya que posee gran cantidad de taninos y color, seguidamente se realiza una segunda fermentación denominada maloláctica donde las bacterias lácticas transforman el ácido málico en ácido láctico y esto suaviza el nivel de acidez del vino, además le confiere mayor estabilidad microbiológica. A su vez se debe recordar que este proceso tarda entre 15 y 30 días y se desarrolla a una temperatura controlada entre los 18 y 20ºC.
Seguidamente, luego de las dos fermentaciones mencionadas anteriormente se procede a vaciar el vino a otro recipiente para eliminar los sedimentos que se hayan formado previamente. De esta forma se le agregan sustancias como la gelatina, bentonita o albúmina para clarificar las partículas que se desean eliminar. Así pues, se filtra el vino tantas veces sea necesario a fin de suprimir totalmente cualquier residuo o partícula.
Por último, se lleva a cabo el proceso de crianza el cual es uno de los más importantes, ya que a partir de este se determinará su estabilidad oxidativa, su estructura tánica y su complejidad aromática, características que definen la calidad de un buen vino. De esta forma se debe mencionar que su proceso de crianza se lleva a cabo en barricas de roble de tipo americano o francés, por otro lado, al hablar del tiempo de crianza se puede decir que varía según el tipo de vino ya sea joven de reserva o gran reserva. Así mismo vale destacar que luego de la crianza en barrica algunos vinos también pasan por el proceso de crianza en botella antes de su salida al mercado.
Características del Vino tinto</h2 >
El color: Como se mencionó anteriormente al ser uno de los tipos de vino que poseen gran variedad, el vino tinto en relación al color se puede observar desde un tono púrpura intenso hasta un rubí claro. Se debe destacar que todo dependerá del tipo de uva y sus pigmentos de piel, como también del proceso de maceración del mosto con los hollejos de la uva donde se definirá la cantidad de taninos y el nivel de fermentación del vino.
Además, el proceso de crianza también será vital a la hora de hablar del color del vino tinto, por lo que en el caso de los vinos tintos jóvenes se podrá observar un color más brillante y vivo, mientras que los vinos envejecidos suelen perder tonos y tener un color marrón.
Concentración de Taninos: La cantidad de taninos en el vino tinto serán los que definirá el nivel de astringencia al catar este vino, por lo tanto a partir del proceso de maceración y fermentación del vino se determinará la cantidad de taninos y por ende la estructura y cuerpo del vino tinto, además de su capacidad para guardarse en las barricas, por lo que en el caso de los vinos jóvenes estos suelen tener taninos verdes, mientras que los vinos tintos maduros tienen taninos más redondos y con cuerpo.
Nivel de acidez: Es uno de los aspectos más importantes en el vino pues determinará el nivel de frescura y ligereza del mismo. Esta característica se verá determinada por factores como el tipo de uva, el suelo, el clima y el proceso de vinificación, además este se regula a través del proceso de fermentación maloláctica el cual se mencionó anteriormente.
Aroma: el vino tinto nos puede proveer de diversos aromas, por ello es recomendable percibirlos por medio de una copa de vino de boca ancha que permita liberar el aroma al agitarlo lentamente. Al hablar sobre el aroma del vino tinto este se resume en tres tipos, el primero se refiere al olor de la uva que generalmente es frutal, mientras que el segundo aroma corresponde al proceso de fermentación del mosto y se caracteriza por un olor a levadura y vinagre.
Por último, el tercer aroma se desarrolla durante el proceso de crianza en barrica y posterior en botella, por lo que será un aroma más complejo ya que en este caso interviene directamente el tipo de madera utilizada para la barrica, además del tiempo de contacto, la condiciones climáticas y ambientales como la temperatura y el nivel de humedad, pero en sí el aroma puede ser muy variado desde frutales, amaderados, especiados y balsámicos.
En fin, el vino tinto es uno de los tipos de vino más apreciados por las personas amantes del vino, es por ello que en Bodegas de Andalucía te invitamos a no perderte de la grata experiencia de seleccionar los mejores vinos de Andalucía para que puedas compartir ese momento especial que tanto mereces, tomate tu tiempo y escoge el vino tinto que más te guste, recuerda que somos proveedores de confianza y nuestra calidad está garantizada.
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